La mejor guardería, tu casa. Criar saludalemente a un bebé
Autor: Eulàlia Torras de Beà
Editorial: Plataforma Editorial - Año 2010
Disponible
Precio: 15€
En cambio, sabemos que la procreación, además de ser un deseo de los padres es también una necesidad social, por tanto la sociedad debe contribuir ayudando a la crianza. Pero ¿cómo responden los políticos ante la dific
ultad de los padres de realmente conciliar crianza y trabajo? Podemos señalar las demagógicas y repetidas campañas electorales donde se esgrime la promesa de crear miles de nuevas plazas de guardería, por tanto para bebés entre cero y tres años. Esta sería la forma de entender la “conciliación” entre trabajo y crianza por parte de los políticos: más horas y más plazas para institucionalizar a los bebés y a los niños pequeños, además con la propaganda equivocada de que así conseguirán mejores resultados académicos en el futuro. Como si a más horas de guardería se fuesen a obtener mejores resultados escolares, cuando es justamente lo contrario: a más horas de separación de los padres más problemas escolares y de todo orden en el futuro. Por tanto, se está haciendo justo todo lo contrario de lo que sería necesario hacer.
Estas políticas anti-educativas, no solamente no atienden las necesidades de los más pequeños para el desarrollo de su salud mental, sino que tampoco preparan la tarea de la escuela de transmitir conocimientos y conducir a sus alumnos a un buen nivel académico.
Sin lugar a dudas, es en la familia, en el buen cuidado del bebé y del niño pequeño, donde en primer lugar se socializa el niño, y además, como he explicado, se sientan las bases d
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e la capacidad de aprender, capacidades que después la escuela podrá desarrollar. Es en los primeros meses y años cuando se preparan las bases anatómicas y fisiológicas del cerebro para el desarrollo de la salud mental y del buen rendimiento escolar.
Las políticas educativas que pretenden arreglar el fracaso escolar con más horas de institución a cualquier edad o basadas en la absurda idea de socializar al bebé son anti-educativas para la población ya que transmiten a los padres un error fundamental de concepto: precisamente la creencia de que hay que “socializar” a los bebés a los pocos meses, que asistir muchas horas a la guardería es mejor que los cuidados que ellos pueden brindar y que los padres deben trabajar y esforzarse más para poder pagar muchas actividades extraescolares en aras de la formación y el futuro académico de sus hijos. Es preocupante tanto retraso en la promulgación de leyes que realmente permitan una verdadera conciliación. Serían las que atendieran las necesidades de los pequeños en materia de salud mental y por ende de aprendizaje. Claro que también es verdad que mientras los padres tengan el convencimiento de que lo bueno para sus hijos es la guardería y mientras consideren sus propias capacidades de crianza y de educación como de segundo orden seguirán pidiendo más guarderías y no estarán preparados para reconocer y exigir lo que sus hijos necesitan. Solamente si se llega a cambiar la desvalorización que los padres hacen de ellos mismos, si se dan cuenta de la importancia de su propia función en relación a sus hijos y la valoran como lo primero que ellos pueden ofrecerles, llegarán a recuperar la orientación y la fuerza para exigir lo que sus hijos necesitan.